Tiene por objetivo asegurar un nivel aceptable de operatividad de los procesos críticos, ante fallas mayores causadas por eventos internos o externos tales como:

  • Virus informático
  • Errores en los sistemas.
  • Fallas en las comunicaciones.
  • Fallas en la energía.
  • Incendios.
  • Terremotos.
  • Atentados terroristas.
  • Etc.